Un funcionario de prisiones ha aceptado cumplir cuatro años de prisión por introducir droga y teléfonos en la cárcel valenciana de Picassent a cambio de sumas de dinero. Llegaba a cobrar desde 500 a 800 euros por realizar estas gestiones.
[Así funciona el tráfico de drogas en la cárcel de Picassent]
En esta causa había once acusados, entre ellos, el funcionario de prisiones. El resto son presos, familiares y contactos en el exterior. Para este jueves se había fijado el juicio contra ellos y finalmente se ha alcanzado un acuerdo tras un reconocimiento de hechos.
Así, la pena para el funcionario se ha quedado en cuatro años -Fiscalía le reclamaba doce y medio por un delito contra la salud pública, un delito de pertenencia a grupo criminal y cohech–.
Para otros nueve acusados se han fijado penas de cárcel de entre uno a tres años y medio -el ministerio público solicitaba ocho años por pertenencia a grupo criminal y un delito contra la salud pública-, mientras que otro procesado ha sido declarado en rebeldía al no presentarse a la vista que ha tenido lugar en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia.
Los once acusados introducían droga y teléfonos móviles a cambio de dinero en la cárcel valenciana. La banda, que actuó entre los años 2014 y 2015, estaba organizada en tres grupos que, entre otros métodos, introducían las sustancias a través de los vis a vis de internos consumidores.
La red también usaba al funcionario de prisiones, que se reunía fuera de la cárcel con contactos o familiares de los jefes de la organización, quienes le daban las drogas o los teléfonos que debía meter en la cárcel.
