Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, concurriá a las próximas elecciones catalanas con un auténtico batallón de recién llegados a la política profesional acompañando a su candidata, Laura Borràs. En contraposición con Esquerra -que hace unos días mostró unas candidaturas para el 14-F plagadas de técnicos y dirigentes locales con la idea de dar una imagen de «gestión»- la militancia de Junts ha decidido dar cobijo en sus listas a un variopinto grupo de advenedizos y radicales aterrizados en las instituciones en pleno «procés».
Si algún nombre resume este arquetipo de político «novato» que marcará el ritmo de la campaña y el tono de Junts a partir de ahora es Joan Canadell. Este empresario de las gasolineras (es dueño y cofundador de «Petrolis independents», una red de estaciones de servicio que reivindican su compromiso secesionista) saltó a la arena mediática al lograr ser elegido presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona de la mano de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en 2019. Desde ese momento, ha exhibido un discurso radical y algo tosco, que ha generado no pocas polémicas, pero que le ha hecho ganar el favor de la militancia de Junts, que lo ha catapultado a lo más alto de la lista por Barcelona por delante de nombres consolidados como la vicepresidenta del partido, Elsa A
rtadi, o la portavoz del Govern, Meritxell Budó.
Un pequeño resumen. En 2015 Canadell propuso crear una «base de datos» con los nombres de las personas que insultaban a los catalanes. «No sea que cuando seamos independientes vengan a buscar trabajo», escribió en su cuenta de Twitter. En 2019, el empresario afirmó en una conferencia que el Estado era «como Drácula» y que la democracia sería su «estaca». El pasado mes de abril, en plena pandemia de coronavirus, aseguró que España era «paro y muerte» y Cataluña «vida y futuro». «Es como el Titanic que se hunde y seguimos tocando el violín», afirmó poco después al defender que la comunidad debía independizarse para superar a Madrid en PIB y «ser una Holanda, una Suecia, una Finlandia o una Dinamarca». La lista de declaraciones incendiarias de Canadell es infinita y toca temas tan delicados como las muertes por coronavirus o la autoría de los atentados de La Rambla.
No obstante, las excentricidades en la lista de Junts van más allá de la elección de Canadell. En la candidatura por Barcelona, el mediático abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, se ha situado por delante de varios consejeros del actual Govern, como Jordi Puigneró, que llegó a sonar como presidenciable, o Damià Calvet, quien disputó la candidatura a la presidencia con Laura Borràs. En la lista de los más votados por los militantes hay hasta un payaso, Jordi Pessarodona, que quedó por delante de alcaldes, diputados y directores generales como Anna Erra (alcaldesa de Vic) o David Saldoni (director general de transportes). Las otras listas provinciales también han deparado algunas sorpresas. En Gerona, la diputada y fervorosa puigdemontisa Gemma Geis se ha impuesto a Marta Madrenas, sucesora de Puigdemont en la alcaldía de Gerona.
