Un juzgado de Sabadell (Barcelona) ha procesado por desobediencia grave a cinco mandos y a dos agentes más de los Mossos d’Esquadra por su papel en el 1-O, pese a la reciente absolución del mayor del cuerpo policial catalán, Josep Lluís Trapero, en la Audiencia Nacional. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sabadell ha dictado auto de transformación de procedimiento en la causa abierta contra ellos, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Los hechos investigados se centran entre los días 26 y 30 de septiembre de 2017, vísperas del referéndum ilegal de independencia, cuando en varios centros educativos y sociales públicos de Sabadell se llevaron a cabo fuera de horas lectivas diferentes concentraciones de personas. El fin era «obstaculizar el cierre de los mismos y poder empleados como lugares de votación» el domingo 1 de octubre, recuerda el magistrado en el auto.
El juez considera que las horas anteriores a las seis de la mañana del 1-O la actividad de estos mandos policiales -el jefe y el subjefe de la comisaría de la Sala Regional, jefa y subjefe del Cecor y jefe de la comisaría de Santa Perpetua- «se habría limitado al levantamiento de actas respecto a la situación puntual de diferentes centros de votación». Los agentes de la Policía catalana se dedicaban a indicar solo si estaban abiertos o cerrados, con o sin personas en su interior, «sin que se tomara medida alguna efectiva para impedir su utilización el día 1 de octubre», reza el auto. Todo ello, considera el juez, podría considerarse un delito de desobediencia grave a resolución judicial en relación al auto que la magistrada del TSJC había ordenado para abortar el referéndum ilegal.
«Las instrucciones judiciales no se habrían llevado a cabo ni el día 1 de octubre ni los días previos al mismo», sostiene el juez. «Las pautas se diseñaron como una simple fachada de cumplimiento, pero las mismas eran indóneas para ejecutar de modo eficaz las instrucciones del TSJC».
