El coronavirus no entiende de chanzas pero sí de medidas, y ayer Seitz fue ingresado por coronavirus en una clínica de Lahr, ciudad de Selva Negra de la que es originario el político, según informa el periódico local Lahrer Zeitung. El diputado, de 53 años, requirió atención médica, si bien su partido guarda silencio y prefiere hablar de una «gripe»: «Su pronóstico para una pronta recuperación es favorable, según los médicos que le están tratando», reza un comunidado emitido por su oficina.
No deja de ser irónico que Seitz, que se ha burlado públicamente de la enfermedad haya acabado contagiado por la Covid, como ya le sucedió a Trump, a Boris Johson y a Bolsonaro, entre otros políticos que desdeñaron la pandemia en una primera fase. Seitz ha asegurado en alguna ocasión que «Las mascarillas son un burqa para todo el mundo», y que sólo sirven como «protección simulada».
En el incidente del pasado 20 de noviembre, la vicepresidenta del Bundestag, Claudia Roth, ofreció a Roth una mascarilla FFP2 que extrajo de su bolsa estéril utilizando un bolígrafo, para evitar infecciones. Seitz se quejó entonces del «bozal», después de que Roth le amenzara con una multa. El uso de la mascarilla fue decretado obligatorio en el Budestag el pasado 6 de octubre.