
A falta de un mes para la llegada de Biden a la Casa Blanca, este paso es clave para apoyarle en su plan de volver a un acuerdo firmado por Barack Obama y del que Donald Trump se retiró de forma unilateral en 2018 por considerarlo «el peor pacto posible». Trump aspiraba a presionar a Teherán para renegociar el acuerdo e incluir limitaciones a su programa balístico y movimientos regionales, pero los iraníes se remiten al texto refrendado por todas las partes.
Reservas de uranio enriquecido
Pese a que Irán cumplía su compromiso de limitar el enriquecimiento de uranio, según todos los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Trump volvió a imponer duras sanciones. La respuesta de Teherán ha sido ir dando pasos que le alejan del texto original y enriquece uranio por encima de lo negociado, pero sus dirigentes defienden que se trata de pasos reversibles y que solo esperan que Estados Unidos retire los castigos para volver a los puntos acordados. Según el último informe de la de al AIEA, la república islámica cuenta con unas reservas de uranio enriquecido de 2.449 kilos, cuando el tratado lo limita a 300 kilos. Un dato que llevó a Trump a plantearse un ataque directo a Irán, según desveló el diario estadounidense «The New York Times».
El actual Gobierno de Irán propició el acercamiento a Estados Unidos para lograr el pacto, pero apenas le quedan seis meses antes de las próximas elecciones en las que los ultraconservadores podrían recuperar el poder. Esta corriente política, mayoritaria en el parlamento, ya ha mostrado sus intenciones con la aprobación de una ley que pide el final de las inspecciones de los expertos de la AIEA en respuesta al asesinato del científico Mohsen Fakhrizadeh.