Cuatro días después de que Filomena haya conseguido triplicar las expectativas de nieve y congelación en una treintena de provincias, el Gobierno, a través del ministro José Luis Ábalos, ha admitido al fin que algunas zonas como Madrid podrían ser declaradas oficialmente zona catastrófica. En las primeras horas de tormenta, durante la tarde del viernes, todas las administraciones –central, autonómicas y locales- reaccionaron con eficacia. Se rescataron a cientos de personas atrapadas en sus vehículos en las principales vías de comunicación, se cerraron oportunamente carreteras, se aisló en polideportivos a personas sorprendidas por la magnitud de Filomena… Pero hoy, cuatro días después, es el “estado de alarma ciudadana” el que funciona por encima de la eficacia del Gobierno.