Eneko Andueza, diputado socialista vasco, ha escrito un libro que empieza con una frase en toda la bola: «La tauromaquia es libertad». Esto es como lo de Ignacio Sánchez-Mejías en Zaragoza. El torero poeta en cuya herida lorquiana puso huevos la muerte tenía las ingles mohosas de pasar ese miedo que no se puede medir. El que hace sudar en el frío del hotel y tiritar en el fuego de la plaza. A su hija, que le exhortaba el fin de aquel tormento, le mandó un telegrama con su copla manriqueña: «Diez mil toros mataría / para labrarte un camino / de alegría. / Diez mil toros mataré / para que tú nunca sepas / lo que sé». Ignacio, que… Ver Más