Con todo, muchos ven detrás de esta percepción extremadamente pesimista una estrategia de marketing más. Las opiniones son varias e incluso el Cardenal-arzobispo de Barcelona, y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, ha querido dar su versión de este día consagrado, teóricamente, al abatimiento y la autocompasión.
«Según dicen algunos, hoy es el día más triste del año. A mí me parece un día precioso, tanto como cualquier otro. Y doy gracias a Dios por ello», ha escrito hoy el prelado en un mensaje en su cuenta de Twitter, en la que habitualmente comparte reflexiones sobre asuntos espirituales y teológicos con un lenguaje cercano.