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Las principales petroleras del mundo se han visto sacudidas con fuerza en 2020 por la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus. El desplome de la demanda y la fuerte bajada de los precios internacionales del petróleo y del gas durante gran parte del año han impactado en sus balances, que registran unas pérdidas superiores a los 80.000 millones de euros, según los datos recabados por ABC.
Lógicamente, las tres mayores compañías del sector, ExxonMobil (EE.UU.), Shell (R.Unido-Países Bajos) y BP (R. Unido), son las que registran las caídas más importantes. La primera, de 18.652 millones, frente a unos beneficios de 11.919 millones obtenidos en 2019. La segunda, 18.048 millones (+13.2020 el año anterior) y, la última, 16.824 millones (+3.355 millones en 2019).
La italiana ENI informó ayer de que ha perdido 8.563 millones de euros, cuando en el ejercicio anterior consiguió unos exiguos 148 millones de beneficios.
Por su parte, la francesa Total ha registrado unas pérdidas de casi 6.000 millones de euros (5.982 millones), cuando en 2019 obtuvo un resultado positivo de 9.860 millones.
La siguiente compañía en esta clasificación es la estadounidense Chevron, con 4.620 millones de pérdidas (+2.370 millones el año anterior), seguida de la noruega Equinor, con unos números rojos de 4.544 millones (+1.530 millones en 2019). La lista la cierra la
española Repsol, que el pasado jueves presentó unas pérdidas de 3.289 millones de euros, que se suman a las registradas el año anterior (3.816 millones).
La pandemia ha obligado a la mayoría de las petroleras a revisar a la baja el valor de sus activos. De todas formas, el incremento de la cotización del petróleo en los tres últimos meses (un 25% solo en 2021) dará un respiro a estas empresas de cara, por lo menos, al primer trimestre de este año, aunque la demanda no se ha recuperado totalmente.
