El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha impuesto a su gobierno la línea que siempre ha seguido en su carrera institucional, incluida la de presidente del Banco Central Europeo: ruedas de prensa puntuales solo cuando hay algo importante que comunicar, rigurosas y con explicaciones que todo el mundo entienda. A Draghi no le gusta el ruido mediático ni la propaganda. Por eso, se mantiene lejos de las redes sociales, donde ni siquiera tiene un perfil abierto.
De formación jesuita, habla con frases de tres palabras. Pero suelen ser suficientes. De ahí que se le considere un comunicador muy eficaz. Todo el mundo recuerda su célebre frase, con la que salvó el euro: «Whatever it takes» (‘Lo que sea necesario’), que la… Ver Más